miércoles, 8 de septiembre de 2010

Un triunfo para la historia


(Por Hernán Díaz) - Lituania esperaba con ansias, luego de su contundente derrota a China por 78-67, al próximo rival que enfrentará en cuartos. La albiceleste consiguió el segundo puesto del grupo A tras de perder en un complicado encuentro contra Serbia. Por el otro lado Brasil con serenidad, escribió en un papel los pasos que realizó en el grupo B y que lo ayudaron a conseguir la tercera posición. Argentina en su visión tenía a dos duros enemigos, el primero su clásico del continente Sudamericano. Y a su lado se encontraba el encargado de la estrategia verdeamarela, Rubén Magnano técnico argentino que consiguió, con su país, el subcampeonato en el mundial de Indianápolis 2002 y la medalla de oro en Atenas 2004. Es que el cordobés conoce a bien a los jugadores que integran el plantel actual y sabe cómo se desenvuelven en la cancha.


Pero lo más importante es que en este durísimo partido el seleccionado nacional fue pura efectividad durante el primer período. Obtuvo 25 puntos con la mano de Delfino y la firmeza de Scola. Pero Brasil no se quedó atrás. Agresivo e incisivo fue un peligro cuando se acercaba al tablero argentino y así se consumó la paridad para los primeros diez minutos, 25-25.

Diferente y errática fue la segunda parte, los dirigidos por Magnano se adjudicaron varios robos de pelota y contraatacaron a la selección de Sergio Hernández. Muchas faltas personales de parte de ambos equipos pero lo más rescatable de este segundo período es que Argentina llegó a sacarle 6 puntos de ventaja al rival. Ventaja que poco duraría, pero que demostraría que con paciencia y un poco más de inteligencia se lo podía lastimar a Brasil. El descanso del primer tiempo finalizó con Brasil ganando por 48-46.

Vibrante y efusivo se desenvolvió el cotejo en la vuelta al tercer período. Brasil golpeó primero recuperando pelotas y marcando bien a los experimentados argentinos. La gran actuación de Huertas y las faltas cometidas por Cequeira hicieron que los de Magnano tuvieran el partido a su favor. Pero sobre el cierre de la tercer parte Scola y Delfino resurgieron y con gran autoridad Argentina empató el partido. 66-66 era el resultado para ver la última parte del encuentro.

Los últimos diez minutos serían eternos. Con la garra, el corazón, experiencia y la inteligencia, que le faltó en algunos tramos del partido, pero que recuperó en el final el seleccionado nacional ganó el partido. El resultado 93-89. Claves los papeles de Scola, que fue un guerrero dentro de la zona rival, y de Delfino que con su práctica y lujosa muñeca, marcó varios puntos, así como también el trabajo sucio de Jasen que favoreció a que Argentina clasificara y se colocara entre los mejores ocho equipos del Mundial Turquía 2010.

0 comentarios: