viernes, 3 de septiembre de 2010

Con la garra de siempre

(Por Pablo Puglisi) - A pesar de luchar hasta el último segundo, la selección Argentina de Básquet perdió frente a Serbia 84 a 82 y en octavos de final enfrentará a Brasil.

Gane o pierda este equipo no cambia, estén o no Ginobili, Oberto y Nocioni la actitud es la misma, jueguen los titulares o los suplentes la entrega no se negocia. Las dudas de los primeros compromisos quedaron disipadas y esta selección demuestra que cuando la exigen, responde. El equipo dirigido por Sergio Hernández estaba frente a su prueba más complicada de la primera fase, la ausencia de Fabricio Oberto y el cansancio acumulado eran factores determinantes para tener cuenta. Las dos selecciones peleaban por lograr el primer puesto del Grupo A dejando de lado las especulaciones que marcaban que 
el perdedor descansaría hasta el martes.

Los primeros minutos de partido fueron de lo mejor de Argentina en el certamen, sin darle lugar a Serbia para desplegar su juego e imponiendo una gran intensidad se lograron 13 puntos de ventaja con buenos aportes de Pablo Prigioni y Carlos Delfino, pero con el correr de los minutos los europeos fueron equilibrando el encuentro y mostrando su jerarquía.

El segundo cuarto fue distinto, el partido se hizo más parejo y cada posesión se peleó al máximo, se transformó en una pulseada en la que de a poco el equipo Serbio fue torciendo el brazo de su oponente y se fue al descanso arriba 40-39. A esta altura el capitán argentino Luis Scola se había convertido en el máximo goleador de Argentina en campeonatos mundiales y con los 32 puntos que finalizó, alcanzó los 357 que le permitieron dejar atrás Ernesto "Finito" Gherman, que había convertido 331.

En la segunda mitad del partido las cosas cambiaron, el equipo de Hernández fue siempre por debajo en el marcador y el cansancio empezó a sentirse, el plantel corto y la experiencia de los europeos hacían imaginar un final distinto y no tan apretado. Pero Argentina se despertó y después de estar nueve puntos abajo se mantuvo cerca hasta el final, Paolo Quinteros tiró a errar su segundo libre en la última jugada pero esta vez no se dio. Igualmente la derrota no es tan dolorosa al comprobar que pese a las ausencias y al poco recambio se llegó a un final apretado frente a una selección de primer nivel que seguramente peleará el título. El martes se viene Brasil y por si fuera poco con Rubén Magnano en el banco de enfrente, muy importante será la recuperación de Oberto, pero mucho más el hambre y las ganas de lograr otra hazaña.




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